Hace un año, hablando con Juanma Murua conocí el proyecto “Active Hacking” que estaban llevando a cabo en Guipúzcoa. Active Hacking es una convocatoria que anima a jóvenes de entre 12 y 18 años de Guipuzkoa a idear el diseño de una intervención urbana de juego activo en grupos de mínimo 4 personas. Para que os podáis hacer una idea os dejo AQUÍ el vídeo del proyecto en Guipúzcoa. Encontré muy interesante la idea para trabajarlo desde la educación física y por ello decií incorporarlo en este curso 2017-2018. Inicialmente partía de tres ideas:

– Que la mayoría de los alumnos no conocían el municipio de Catarroja. Aunque la universidad se encuentra allí, la mayoría de ellos vienen de Valencia o de pueblos de alrededores.

– Para potenciar la idea de salir fuera de las paredes de las aulas y crear condiciones de aprendizaje con nuestro entorno.

– Partir del arte contemporáneo para crear prácticas de Educación física distintas a aquellos modelos competitivos que tenemos integrados de nuestra escolarización.

A partir de aquí, decidí que exploraríamos el entorno a partir de una deriva por Catarroja, que es la actividad que hoy expongo en esta entrada. Como expusimos anteriormente en el blog, la deriva es un concepto principalmente propuesto por el situacionista Guy Debord. En francés la palabra dérive significa tomar una caminata sin objetivo específico, usualmente en una ciudad, que sigue la llamada del momento. Guy Debord quiere establecer una reflexión a las formas de ver y experimentar la vida urbana dentro de la propuesta más amplia de la psicogeografía. Así, en vez de ser prisioneros de una rutina diaria, él plantea seguir las emociones y mirar a las situaciones urbanas de una forma nueva radical.

Para realizar la deriva, los estudiantes se distribuyen en cuatro grupos. Cada grupo hace la deriva por libre. Durante el recorrido tienen que ir haciendo fotos y enviarlas a un grupo de whatsapp donde también estoy yo. Por una parte, esto me permite hacer un seguimiento de los estudiantes y, por otra parte, guardar las fotografías en un drive para que las podamos utilizar en otras actividades. La deriva duró un total de 2 horas.

La deriva nos permite conocer el territorio a partir de nuestras sensaciones y curiosidad. Estas fueron algunas de las fotografías que hicieron los estudiantes:

Después de realizar la deriva nos encontramos y en grupo compartimos cómo ha sido nuestra deriva. En este espacio nos situamos delante de un mapa grande de Catarroja, donde los estudiantes van marcando el recorrido que han realizado, trabajando sobretodo la orientación y la memoria.

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A partir de los espacios que han emergido durante la deriva, los estudiantes tienen que elegir uno para elaborar una sesión de una unidad didáctica de educación física. Para la elección, se aconseja tener en cuenta ciertos aspectos como: seguridad, iluminación, etc. Una de las consignas que tendrán los estudiantes para elaborar esta unidad didáctica será que deben partir del arte contemporáneo, para alejarnos de las actividades convencionales y acercarnos más hacía otra educación física. Pronto podremos empezar a ver los resultados…

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