En la entrada de hoy os voy a exponer la unidad didáctica que ha realizado Adrián González, nuestro alumno de màster. Su unidad didáctica tenía el objetivo de trabajar la pelota valenciana con alumnos de 4ºESO. Para ello se animó a enseñarlo en torno el arte contemporáneo, en este caso, la obra “Espai pavimentat” del artista Raphael Zarka.

Este es un artista plástico francés, fotógrafo, escultor y videógrafo que sus pasiones son el arte y el skate-board. El artista pensó la forma de poder juntar sus dos pasiones y lo que hizo fue crear figuras geométricas en 3D a escala grande, las cuales podían simular rampas o zonas de hacer trucos de los parques de skate, y las llevó a las salas de museos a exponerlas con el fin de que la gente no solo pudiera verlas si no también interactuar con ellas, patinando, tocándolas, etc. Lo que hizo este artista es cambiar la utilidad de un espacio. El espacio de los museos normalmente se utiliza para ver obras de arte, en silencio, con mucha calma y sin poder tocarlas ni acercarte más de la cuenta a ellas. Sin embargo, sus exposiciones se han convertido en un parque de juego donde además de admirar las obras puedes jugar con ellas. Os dejo un link para que sepáis más de su obra, la cual es un poco más compleja.

Al comentar la obra del artista Adrián les preguntó como podían relacionar esa obra con la educación física y, concretamente, la pelota valenciana. Salieron comentarios interesantes como: “No tiene nada que ver, porque hay obstáculos y en pilota valenciana no hay ni tampoco se juega con monopatín”. En cierta forma con esta comparación empezábamos a hablar de la esencia de la pelota valenciana, es decir, aquello que la hace única.

En cambio, a medida que iba avanzando la conversación empezaban a establecer algunas relaciones:

  • “Si que tiene algo que ver, el recinto es estrecho y largo”.
  • “Si, el reciento es amplio y largo”
  • “El espacio sí que podría parecerse algo, pero los objetos habría que quitarlos”. Sin embargo, sí que hay un alumno que tiene curiosidad por cómo sería jugar con esos objetos en medio, es decir, él no se plantea quitarlos: “Por el espacio sí que hay relación, sería curioso jugar con todo eso ahí en medio”.

A partir de sus comentarios se les lanza el reto de hibridar la pelota valenciana con la obra de Zarka. Para la primera sesión se les pidió que trajeran protecciones ya que la sesión la realizaríamos en la pista de skate de Catarroja. Se dividió la pista en tres campos alargados (similares a los de raspall). Uno de ellos no tenía ningún obstáculo o rampa, el otro una rampa en medio y el ultimo 3 rampas. A través de una foto del satélite de Google maps podemos ver como se separaron las pistas:

La intención era que hubiera 3 pistas de diferentes y que los alumnos fueran rotando por las pistas probando cada una de ellas. Para ellos se planteó una sesión de 45’ donde se hicieron 6 grupos que fueron pasando por todas las pistas.

En la siguiente sesión se realizaron unas rampas de cartón, simulando las de skate, y encima colocamos unos tubos de PVC y pelotas de tenis.

Se colocaron en medio de la pista y cuando llegó el alumnado se les explicó la sesión. Por grupos tenían que crear un juego que respetase la esencia de la pelota valenciana (el jugar con la mano) utilizando el material que tenían expuesto en la pista. Para ello se hicieron cuatro grupos que estuvieron repartidos por la pista creando sus juegos y preguntando las dudas que las iban surgiendo.

En la última clase se volvieron a juntar todos los grupos de juego creados en la anterior sesión. Durante los primeros 25 minutos, dos grupos iban a ser “profesores” para explicar sus juegos al resto de compañeros. De esta forma teníamos la pista dividida en dos y en cada una se desarrollaba un juego distinto. Cada 5/6 minutos se las avisaba para que rotarán de forma que los 4 grupos hubieran jugado a los dos juegos varias veces. En los Siguientes 25 minutos se repitió la acción con los otros dos grupos.

Os dejo algunas imágenes de las sesiones:

 

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